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Una historia de Europa (CVI)

En vísperas de la matanza que ensangrentaría el continente a partir de 1914, poniéndolo todo patas arriba, el panorama político de Europa se mostraba aún bastante rancio. Excepto la Francia republicana, el resto de países eran monarquías, unas más parlamentarias que otras (excepto Rusia, regida por una monarquía feroz que pronto iba a costar muy cara a los zares). La división entre países ricos y pobres resultaba evidente, y estos últimos sufrían la sangría de la emigración, sobre todo a América. Los europeos del noroeste, con una burguesía mejor asentada, estaban más avanzados en lo que se refiere a clases medias: cine, automóvil, teléfono, derecho al voto, acceso a la propiedad, protección social y esperanzas de vida. Pero, como digo, la burguesización positiva, o como queramos llamarla, no se daba igual en el Mediterráneo y el este europeo (con altas tasas de analfabetismo en España, Portugal e Italia), donde aristocracias y oligarquías continuaban cortando el bacalao, y donde la estabilidad política era relativa (los españoles tuvimos 19 gobiernos en poco más de una década) y donde empezaban a dar la brasa fuerzas opuestas al poder central: la resistencia a la influencia del norte piamontés hizo nacer la Mafia en el sur de Italia, y en España surgían el catalanismo militante (con Solidaridad Catalana, en 1906) y el nacionalismo vasco (con un exaltado fanático llamado Sabino Arana). Lo que sí era común a toda Europa, salvando las naturales diferencias, era la creciente fuerza de las clases trabajadoras, el desarrollo sindical y los movimientos feministas más o menos organizados. Para hacernos idea de la situación de las señoras en la época, consideremos que su derecho al voto (ya conseguido en Nueva Zelanda, Australia y algunos estados de los EEUU) sólo se obtuvo por primera vez en Europa en 1906 (Finlandia) y en 1913 (Noruega). En el resto de países tocó esperar, sobre todo en el sur; aunque la lucha de las mujeres por sus derechos se fue haciendo más intensa en todas partes, con una tendencia católica y moderada, que reivindicaba sobre todo educación y trabajo, y otra más radical que pretendía la absoluta igualdad de sexos. Había ya notables feministas tanto en la democracia cristiana como en el socialismo, en las artes y en las ciencias (el feminismo británico incluía desde aristócratas a obreras textiles, la francesa Marie Curie obtuvo el premio Nobel de Física en 1903 y la austrohúngara Berta von Suttner el Nobel de la Paz en 1905). Y un detalle curioso, muy propio de ese momento, es que numerosos intelectuales de izquierda estaban contra el voto femenino, debido a la influencia que la Iglesia podía ejercer (y de hecho, ejercía) sobre las mujeres mediante púlpitos y confesonarios. La socialista gabacha Flora Tristán había definido bien el asunto años atrás: Las mujeres son las proletarias del proletariado, dijo. Afortunadamente todo eso empezaba a cambiar, con leyes que protegían a las currantes embarazadas y descartaban el trabajo femenino nocturno; y gracias a los movimientos sociales, al sindicalismo y a la lucha cada vez más dura por los derechos de los trabajadores, aquella batalla se iba ganando, aunque a trancas y barrancas. A tan saludable cambio no era ajeno lo que sería el fenómeno político más importante del siglo que empezaba: el crecimiento del poder obrero y el socialismo. O, para ser precisos, de los socialismos. Desde la creación de la Segunda Internacional (a diferencia de la Primera, controlada por los anarquistas, ésta se hallaba regida por los marxistas), el socialismo europeo se dividía entre las palabras reforma y revolución, y a ellas se aplicaban con ardor, a veces con bofetadas, los partidarios de una y de otra. El derecho sindical iba siendo reconocido de buen grado o por las bravas (sólo en Francia hubo más de un millar de huelgas en vísperas de la Gran Guerra). Y es de señalar, porque trajo cola, que la tendencia reformista moderada se dio con mayor fuerza en el norte de Europa, mientras en la zona mediterránea, más desastrada social y políticamente, se impuso la tendencia revolucionaria, con mayor influencia anarquista que socialista o comunista; cuajando el anarquismo, tanto urbano (Cataluña, Lombardía, Piamonte) como rural (Andalucía, Emilia-Romagna), en poderosos sindicatos como la CNT española y la CGL italiana. Pero simultáneamente a ese fenómeno, caracterizado por una clara vitola internacionalista (proletarios del mundo, uníos, etcétera), también se iba perfilando algo que tendría importantes consecuencias después de la escabechina bélica que estaba a punto de empezar: la aproximación, por parte de ciertos intelectuales, del nacionalismo al socialismo. Junten ustedes ambos términos y verán la palabra tan siniestra que les sale.

[Continuará].

____________

Publicado el 23 de mayo de 2025 en XL Semanal.

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John McLane
John McLane
10 ddís hace

Identidad obrera de clase…
¡Cuánto tendrían que aprender de ese concepto muchos de los españoles de hoy, que votan a partidos asustaviejas, de pulserita con banderita, revisionistas de una época oscura y patriotas para cantar un himno, mientras pagan impuestos en Andorra o Panamá!
El liberalismo económico os hará libres, ¡claro que sí, guapis!

Basurillas
Basurillas
9 ddís hace
Responder a  John McLane

Y cuanto tendrían que aprender los “llamados” partidos de izquierda, para volver a sus objetivos iniciales de defensa de la clase obrera ante el capitalismo voraz y esquilmador, en lugar de dispersar sus fuerzas en batallitas cada vez más absurdas y limitadas para ganar adeptos y adeptas en colectivos singulares no representativos, alejándose de su objetivo inicial y esencial. Y, de paso, volver a retomar el valor de la ética como eje diferenciador absoluto de la izquierda, ya que los follones de corrupción incesante en que se encuentran, no hacen más que propiciar votantes a esos partidos “asustaviejas” como usted los denomina, aunque otras personas también le llaman patriotas. Hay que luchar por la clase obrera no con escándalos y mindunguerías, sino con las mismas armas de globalización que el liberalismo y el capitalismo, a ver si se van enterando y dejan de perder la batalla.
¡Salud y Universalidad!

John McLane
John McLane
9 ddís hace
Responder a  Basurillas

Salud y Universidad, sí, pero ambas públicas, gratuitas y universales

basurillas
basurillas
9 ddís hace
Responder a  John McLane

Dije Universalidad no universidad, Sr McLane, no lleve la cuestión interesadamente a su terreno. Los conflictos y derechos laborales y medioambientales, en mi opinión, deben lucharse y conseguirse a nivel global, mundial y transfronterizo, no con parches y soluciones conseguidas en localizaciones exclusivamente nacionales. Cuando, por ejemplo, se pide una mejora de condiciones laborales en nuestro país por partidos y sindicatos, esos mismos partidos y sindicatos estan olvidando considerar como más prioritarios y urgentes el planteamiento y logro de soluciones laborales en paises emergentes, con situaciones endémicas de semi esclavitud laboral infantil o femenina, y/o con penosidad absoluta de seguridad e higiene en el trabajo; y motivado todo ello por actuaciones de deslocalización industrial y capitalista brutal por parte de empresas de occidente, con el consiguiente incremento de los beneficios de las citadas empresas, que aprovechan así la desregulación laboral y medioambiental en esos países emergentes. ¿Cómo podemos, por ejemplo, pedir y luchar sólo aquí por la reducción de la jornada de trabajo cuando en países asiaticos (con empresas occidentales -tambien nuestras eh- deslocalizadas allí) es prácticamente normal el trabajo infantil y femenino con jornadas laborales de hasta doce horas y en condiciones penosas de semi esclavitud? ¿Son tan obtusos los partidos de izquierda y sindicatos occidentales que no ven que, por el fenómeno de la globalización y deslocalización, aqui se producen cierres de empresas y despidos infinitos de trabajadores por esas condiciones laborales paupérrimas en esos paises emergentes?
Dan pena los líderes sindicales y de partidos de izquierda. Mucha pena. Han perdido absolutamente, si es que alguna vez la tuvieron, la noción de la lucha global y mundial de la clase trabajadora. Y mientras se centran aquí en alianzas con partidos independentistas, xenófobos y nacionalistas, en luchas de colectivos de opciones sexuales, en la necedidad de obtener un certificado de un curso para poder tener una mascota en tu casa, en tapones de plástico para los envases y mil temas semejantes. Lo de las prioridades parece que no va con esos líderes supuestamente izquierdistas y sindicales. Así les va y peor que les va a ir…

ricarrob
ricarrob
8 ddís hace
Responder a  basurillas

Mis más calurosos aplausos sr. B.

Los sindicatos, en este país, son instrumentos del gobierno de izquierdas de turno, importándoles un bledo los trabajadores.

Hoy mismo, ha aparecido la noticia de que, ante la pretensión del gobierno de llevar parte (por ahora) del Banco de España a Cataluña, los sindicatos apoyan la medida. La apoyan por toda su poya.

¿Alguien ha tenido en cuenta en los sindicatos que se arranca de su entorno de vida a un montón de familias a las que, además, se las va a obligar a aprender otro idioma?

Porca miseria…

basurillas
basurillas
8 ddís hace
Responder a  ricarrob

Magnífico el ejemplo. La supuesta izquierda, para aferrarse artificial y de forma sectaria al poder (y no para conseguir cosas a favor de la ciudadanía, sino para detentarlo más tiempo y mantener a sus sicarios/dirigentes en sus puestos de trabajo de estómagos agradecidos, en el más rabioso y estilo mafioso y faccioso) hacen lo contrario de lo que debían hacer, satisfaciendo prioritariamente a partidos independentistas y xenófobos, algunos de derecha conservadora pura y dura. Como se decía hace unos años: la descojonación del átomo…
Abrazos.

ricarrob
ricarrob
9 ddís hace
Responder a  John McLane

Sr. McLane, no me doy por aludido ya que, como yo, somos muchos los que no votamos: medio país. Y no lo hacemos por que no tenemos a quien o por que no creemos que esto sea una democracia. Más bien una cleptocracia.

No menciona usted a la izquierda aunque se hacen patentes sus preferencias: o bien por los sociamuylistos, o bien por la reina de las peluquerías, o bien por los perroflautas.

El tema de la izquierda corrupta es tan evidente que no se lo voy a mencionar a usted (a ambos lados han andado compitiendo a ver quien achoriza más). No. Lo que sí le digo es que la izquierda hace mucho que, por lo menos en este país, ha perdido el rumbo. Totalmente. Es una izquierda cutre y guerracivilista, anclada en reivindicaciones, o bien ya periclitadas o bien, de tan posmodernas, que ya no atraen ni ilusionan a nadie.

Eso sí, han conseguido lo imposible: resucitar a la vieja momia de Franco. Dicen las malas lenguas que el Pedrito duerme en su habitación de la Moncloa con un brazo corrupto, en una urna de cristal, de Franco, arrancado subrepticiamente en su traslado desde los Caídos. Es a ver si le da suerte y consigue, según su deseo, conservar el poder 40 añitos.

Quizás el ultra-liberalismo económico crea esclavos. Y sin quizás. Pero antes que vivir en un régimen como el de Corea del Norte o el de Venezuela… … …

Saludos.

Javier
Javier
9 ddís hace
Responder a  John McLane

Hombre, Mister McLane. Pagar impuestos, los liberales en economia, en Andorra y en Panamá, no pagan muchos, por eso se llevan allí la pasta.
Me congratula mucho verle arrear contra los “que votan a partidos asustaviejas, de pulserita con banderita, revisionistas de una época oscura y patriotas para cantar un himno”. Todo eso está muy bien, pero en realidad, los auténticos enemigos de la izquierda y de la defensa de los trabajadores, son los que iban a tomar el cielo por asalto, los que no han cambiado una coma de la reforma laboral, los que permiten que una vivienda sea un lujo, los reyes de la precariedad laboral….
Have a good day, mr McLane!!

ricarrob
ricarrob
8 ddís hace
Responder a  John McLane

Como las opiniones del tipo que usted ha expresado siempre me hacen reflexionar, le voy a contestar de nuevo con otro punto de vista, esta vez en forma de preguntas.

¿Cuando vamos, en este país, a respetar que unos les guste llevar la bandera o cantar el himno y a los otros cantar la Internacional y llevar la hoz y el martillo? Que cada uno lleve o exprese lo que le parezca, siempre que ello no conlleve violencia. A nadie compete que unos puedan llevar los calzoncillos con la cara de Marx o Lenin y que las otras puedan llevar las bragas con la bandera de España o el escudo nacional grabado. Que no haya gente que la maten por llevar unos tirantes con la bandera. Se lo dice alguien que, además, no le gusta hacer expresión material externa de sus opiniones o de su pensamiento.

¿Cuando vamos a ser un país civilizado Occidental y vamos a respetar los posicionamientos políticos, sociales o económicos de cada cual? Las urnas,
bien llevadas, sirven para dilucidar en cada momento por qué tendencia se decanta la mayoría de la sociedad.

¿Cuando la izquierda va a respetar que gane la derecha sin practicar la agitación social para desestabilizar al contrario?

¿Cuando se van a respetar los símbolos nacionales como se hace en cualquier país civilizado? Son símbolos aprobados por la Constitución, votada y aceptada por todos.

Y, por supuesto, que se tomen las medidas oportunas para que el que obtenga aquí los beneficios pague aquí sus impuestos, como todo hijo de vecino, lleve en los calzoncillos a Marx o lleve los colores de la bandera. Porque, muchos que alardean de izquierdas, pagan los impuestos en paraísos fiscales y llevan el importe de su achorizamiento a otros lugares, como sabemos por la prensa de las últimas corruptelas izquierdistas.

Respeto, respeto y más respeto. Esa es la clave.

Saludos.

ricarrob
ricarrob
10 ddís hace

Y la escabechina va a terminar con la Segunda Revolución Industrial, con países que, como bien indica don Arturo, habían estado lejos del progreso y casi no les había influido ni la primera ni la segunda, como España.

Cambios importantes que todavía nos están influyendo y que todavía, más de 100 años después, no hemos finiquitado: se ha sustituido el carbón y el vapor por la electricidad y el petróleo.

Y han surgido en esos años, el automóvil y la industria química. Ambos, no sólo van a cambiar las vidas de todo el mundo sino que también van a cambiar las guerras. El primero aumentará en gran manera la movilidad de los ejércitos, aunque los pobres caballos y mulas seguirán siendo víctimas de los humanos. La segunda, traerá, en la guerra que se avecina, uno de los mayores dramas humanos jamás inventados: los gases tóxicos.

Se alardea ahora mucho de la cuarta revolución industrial, de la IA-IA-O, de la cibernética y la robótica, y, resulta que, más de 100 años después, seguimos quemando petróleo y carbón y seguimos mayoritariamente moviéndonos por medio del motor de explosión. Y… seguimos matándonos inmisericordemente unos a otros.

Y hay un factor importante para estas diferencias europeas norte-sur, con un este atávico y feudal en extremo. El laicismo ha ganado la batalla gracias a los efectos de la Reforma o a los de la Revolución Francesa. En los países del sur (en los que creo que habría que incluir, don Arturo, a Grecia), el más rancio poder religioso está presente, imbricado de forma tentacular por toda la sociedad y siendo el mejor colaborador del poder político dominante. El confesionario como la red de redes omnipresente, ¡qué dejas para internet!

Lucha antigua y muy larga la de las mujeres por sus derechos. Lejos quedan Artemisia de Caria (comandante naval en Salamina), Aspasia de Mileto, Hildegarda de Binguen, Cristina de Pizan y tantas y tantas otras. De nuevo la religión, patriarcal y homófoba (ahí seguimos teniendo a León, duda que te duda), culpable del sometimiento social y jurídico. Nada ha cambiado desde las epístolas de Pablo de Tarso.

Bueno, mirando para atrás, quizás nada ha cambiado desde las cavernas…

Saludos a todos.

Basurillas
Basurillas
10 ddís hace

Un resumen muy escueto: los que iban a sangrar cruelmente y a mansalva por obligación en los frentes de batalla en la próxima guerra mundial que se avecinaba, deseaban escalar una mejor posición social y económica ante las élites nobles y burguesas de toda la vida, pues pensaban, al igual que las mujeres, que ya estaba bien de no compartir en mayor medida las mejoras, derechos y riquezas de las clases dominantes y opresoras. A costa de muchos sufrimientos conseguirían obtenener unos ciertos avances en su forma de vida que, años despues, les convertirían en la clase media tapón entre el proletariado y el capitalismo feroz. El chocolate del loro, hasta hoy.

ricarrob
ricarrob
9 ddís hace
Responder a  Basurillas

Sr. B., hoy el loro se ha quedado escuálido, lo único que repite son consignas como la de “si se puede” para que unos “listos” mamandurrien, viajen gratis a Nueva York y abran tabernas libertarias sin soltar un duro.

Los loros ya no son lo que eran y se han quedado sin chocolate.

Un abrazo.

basurillas
basurillas
9 ddís hace
Responder a  ricarrob

Buenos días querido amigo, bien pensado tiene usted razón. Hoy los pocos loros verdaderamente acomodados que quedan -esos del ala derecha rota y la izquierda tumefacta- desprecian el chocolate y le han cogido el gusto a las mariscadas, y a los cacahuetes y pipas con sabor a solomillo. Y también a las cacatuas con lencería fina y jaula/pisazo en la zona de Azca.. Otro abrazo.

ricarrob
ricarrob
8 ddís hace
Responder a  basurillas

Loros y cacatúas,
cacahuetes y alcahuetes,
rapiñando milloncetes,
exministros en bermudas.

Izquierda tumefacta,
hartos de marisco,
el gobierno, un aprisco,
España estupefacta.

En pisitos de Azca, lencería,
lencería en Eurovisión,
fiestas en habitación,
¡vaya puñetería!

Loros y cacatúas,
en la derecha loros,
haciendo los coros,
al sin gafas reditúas.

basurillas
basurillas
8 ddís hace
Responder a  ricarrob

¡Bravo!
Aún resuenan los aplausos y las risas.
Hay un bardo poeta entre nosotros,
perspicaz y a veloz como los potros
nos retrata fielmente y sin las prisas.
Y acabo.

Aguijón
Aguijón
8 ddís hace
Responder a  ricarrob

Cotorras y periquitos
Escapados de sus jaulas
Gustan de mangos bajitos
Mientras nos venden sus chanzas.

Como dijo Juan Luis Guerra…
Ojalá que llueva CAFE

Javier
Javier
9 ddís hace

Hace unos días, escuché con inusitado interés, la perorata de uno de estos economistas liberales , de voz cornetil, y adictos a la contradicción, cantar las loas al capitalismo, y su función en la tarea de sacar del hambre, de la miseria y de la desigualdad a millones de personas durante el siglo xx, y lo que llevamos del XXI.
Se le olvidaba mencionar que sino le hubiera torcido el brazo el marxismo en general, y el sindicalismo y el asociacionismo obrero en particular, el personal hubiera seguido igual.
No olvide usted, que esta época es la del Papa León XIII, tan de moda últimamente por la referencia del recién nombrado pontífice, Robert Prevost a su encíclica Rerun Novarum, en la que inauguró la doctrina social de la Iglesia, una llamada al capitalismo para que abriera la mano, o se mantuviera a las consecuencias.
Época primordial esta, cuyo alcance llega hasta hoy.

basurillas
basurillas
7 ddís hace
Responder a  Javier

Muy bien, don Javier en su apreciación. El capitalismo, por definición, no concede voluntariamente cosa alguna salvo que ello le confiera la posibilidad de un lucro mayor, a corto o medio plazo, y/o la mengua de los tributos a pagar al estado intervencionista en mayor o menor grado.
Aclararía, en consonancia con la doctrina católica por usted citada, que nos encontramos a largo de la história, en mi opinión, con una pugna sobre la mayor o menor importancia de la persona, en contraposición con la mayor o menor importancia del capital y de la esclavitud que origina si no se le ponen límites. Y el fenómeno de la inteligencia artificial, en mi opinión, puede ser una nueva oportunidad del capital y del liberalismo a ultranza en lo económico (aunque se camufle de comunismo capitalista) de ganar definitivamente esa batalla, mediante un control excesivo de las personas, enmascarado en una facilidad tecnológica que acabe con el racionio, la ética y la denominada igualdad de oportunidades. El futuro nos lo dirá, aunque tal vez sea demasiado tarde. Un saludo.

Javier
Javier
7 ddís hace
Responder a  basurillas

“también las condiciones ignominiosas de trabajo en las que los obreros son tratados como meros instrumentos de lucro, no como personas libres y responsables; todas estas cosas y otras semejantes son ciertamente oprobios que, al corromper la civilización humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador”
Aquí le dejo un párrafo de la encíclica “Evangelium Vitae”, escrita por el papa Juan Pablo II en el año 1995. Si aquel papa, que tenía una visión clara de cómo el totalitarismo político podía conquistar el poder, como solución práctica a la injusticia social, escribió esto, imagine lo que escribiría hoy.
Saludos.

Frank
Frank
9 ddís hace

Gracias Maestro

Juan C Cuesta M
Juan C Cuesta M
9 ddís hace

Excelente como , siempre . Ahora el socialismo del siglo XXI ha hecho desastres en América Latina.

Aguijón
Aguijón
9 ddís hace

Aguerridas cigarreras

Si junta sindicalismo
Con feminista cuadrilla
Ha de saber que aquí mismo
Se gestó la ley de silla.*

*(En la huelga del 21
Se destacó una ” gachí”
Que “luchó” como ninguno
Llamada Luisa Marín.)

Ya sea en paquete duro
Del rubio americano
O el ” vuelta abajo” cubano
Negro capillo del puro,

Serpentean entre ligas
De picaduras selectas,
Son liadoras expertas:
¡Qué me dices!… ¡No me digas!

Aguerridas cigarreras,
Hembras de armas tomar
Que dominan, que no veas,
Eso de “cigarrear”.

Nota:
La sindicalista y cigarrera Luisa Marín Lacalle tiene, desde hace poco, su nombre inscrito en el callejero de Logroño por ser asesinada al comienzo de la guerra civil.
La “casualidad” ha hecho que la calle en cuestión, antes denominada Milicias, sea la misma donde se encuentra la sede del sindicato socialista UGT, su sindicato.*
*(Sede que le fue asignada después de la adjudicación de patrimonio sindical en compensación por la incautación que padecieron las “centrales sindicales” tras la guerra y de la que no se benefició la anarquista CNT y sí la comunista CCOO no existente entonces)
Antes de producirse tan luctuoso suceso, en la ciudad de Logroño, se produjeron numerosos “altercados” protagonizados, entre otros, por destacados miembros del citado sindicato:
Quema de conventos, Iglesias, talleres de imprenta y sedes de periódicos, asaltos a partidos políticos de signo contrario y amenazas y agresiones a obreros no sindicados o del sindicato católico.
Es verdad que también hubo respuesta por parte de los agredidos y, tras el fracaso del golpe y la consiguiente guerra, una durísima represión ejercida por ratas de retaguardia, en este caso en zona rebelde, muy habitual en toda España durante la contienda y por ambas partes enfrentadas.
La Historia se cuenta toda o no se cuenta.

Por cierto, Amos Salvador Rodrigañez trajo la Tabacalera a Logroño para que humildes mujeres como Luisa y su madre pudieran ganarse la vida. Terminada la guerra a su hijo, Amos Salvador Carreras, ministro azañista, se le impuso la sanción más alta del Tribunal de Responsabilidades Políticas, multa después reducida y que pagó con la finca familiar situada en la ribera logroñesa del Ebro.

“Greimitos”, recados y papelitos, suelen ser norma habitual en estos tiempos, pero le puedo asegurar una cosa, jamás agua pasada movió molino alguno, aunque las inquinas fomentadas por ineptos farsantes puedan provocar “revoluciones”. Lo más sangrante del tema es que el nieto trate de “arreglar” lo que jodió su abuelo.
Señor Urtasun, puestos a devolver, comiencen por las cajas de seguridad atracadas y luego ya, si eso, sigan por donde quieran si les quedan ganas.
Al señor Rico le quitaron los cuadros los “suyos”, los mismos contra los que luchó su abuelo de usted.
Y, es cierto, las mujeres mayoritariamente no votaron lo que Luisa Marín les propuso, sería por los curas o porque nunca, jamás de los jamases, a una madre le han interesado las “revoluciones “.
Un saludo señor “ninistro”.